Nuestro objetivo es ayudarte en todo este proceso; en la primera parte a través del tratamiento con fármacos, del consejo higiénico-postural, del tratamiento físico y de la derivación a otros especialistas cuando lo precises; y en la segunda parte, actuamos de manera protagonista: quizás la decisión más importante que debamos tomar es qué casos son susceptibles de mejorar con el tratamiento quirúrgico.
De manera general, estos casos serán aquellos en los que los métodos conservadores hayan fallado o no procedan, y siempre que no se den contraindicaciones mayores. De manera general, dentro del grupo de patologías que se benefician de la cirugía, están las traumáticas (fracturas), degenerativas (hernias discales, artrosis, estenosis de canal lumbar), deformidades (cifosis y escoliosis), infecciones, y algunos tipos de tumores.

En ocasiones, es posible llegar al mismo sitio por diferentes caminos. En la cirugía también. El abordaje quirúrgico lo podemos hacer con métodos percutáneos, mínimamente invasivos y/o abiertos. Nosotros siempre preferimos aquel camino que, con la misma eficacia, te ocasione menos daño, te permita una más rápida reincorporación a tu vida e interrumpa en menor medida tu normalidad vital. En cualquier caso, nuestra filosofía es planificar el tratamiento, siempre, de manera conjunta contigo, valorando tus preferencias, condiciones, situación vital e informándote de las distintas opciones, con sus ventajas e inconvenientes.