“Un confinamiento necesario”. Abril 2020.
Si no fuera por la causa, una enfermedad contagiosa de la que aún sabemos muy poco, les diría que a muchos de nosotros nos hacía falta vivir la experiencia.
Soy Médico, Especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología, y por ello, con orgullo, sigo trabajando en estas circunstancias.
Sin embargo, aún con la presión de la situación, hemos de acotar nuestras intervenciones Quirúrgicas a situaciones de Urgencia, y el resto del tiempo a evitar que las patologías no Urgentes acudan al Hospital, por el bien de los ciudadanos.
Con más miedo que vergüenza estamos, algunos días, y por primera vez en nuestra vida, realizando consultas telefónicas como única manera posible de asegurar el bienestar de nuestros pacientes.
Esta pandemia que ha cambiado tantas cosas, ha provocado también en algunos de nosotros un cambio sustancial en la forma de pensar.
¿Se acuerda Usted de la última vez que no tuvo prisa?, yo no me acuerdo.
La vida pasa constantemente por delante de nosotros , pero no somos capaces de verla. Hemos perdido la capacidad de apreciar las pequeñas cosas.
¿Se ha parado Usted a observar a su hija jugando?, ¿ha vuelto a sentir la satisfacción de arreglar una vieja bicicleta, en vez de comprar otra?, ¿ha vuelto a realizar llamadas telefónicas a sus seres queridos, en vez de mandar mensajes escritos?.
Yo si, y les aseguro que es revelador.
Tendríamos que aprender de esta pandemia.
Esta carta va dirigida a los que no pueden hacerlo, a los que, aún hoy, sin tráfico por la mañana, te adelantan por la derecha o por la izquierda a gran velocidad.
No quiero que el pesimismo me invada, igual esta Sociedad no tiene cura. Igual es demasiado tarde, y esta “normalidad” en la que subsistimos, reaparecerá pasados unos meses. No sé si dejará algo positivo este “parón”.
A mi me ha abierto los ojos, y quería compartirlo. Gracias.
0 comentarios